Las fábricas en sectores como la pintura, la impresión, la química y el procesamiento de plásticos suelen producir COV, gases volátiles y peligrosos. Si bien la mayoría de los operadores de fábricas solían ignorar estos gases en el pasado, cada vez hay más conciencia: el tratamiento de gases residuales de COV no es una opción; es obligatorio. Desde el cumplimiento de los requisitos normativos hasta la protección del personal y el medio ambiente, aquí hay algunas razones por las que su fábrica no debería omitir esta tarea.
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Casi todos los países tienen regulaciones estrictas sobre las emisiones de COV. Los gobiernos establecen los niveles de emisión de COV para las fábricas, y excederlos puede resultar en multas cuantiosas. En casos graves, las fábricas que no cumplen con la gestión de COV pueden ser clausuradas temporal o incluso permanentemente.
Por ejemplo, el año pasado, una pequeña imprenta en China recibió una multa de 50.000 dólares por no realizar un tratamiento adecuado de gases residuales de COV. La fábrica también tuvo que suspender sus operaciones durante un mes para instalar equipos, lo que contribuyó una vez más a las pérdidas. La inversión previa en el tratamiento de COV puede prevenir estos riesgos. Sin el temor a inspecciones sorpresivas ni multas cuantiosas, su fábrica podrá operar sin problemas, sin problemas legales.
Protegiendo la salud de los empleados
Los COV son extremadamente dañinos para los trabajadores que los respiran a diario. Pueden causar dolores de cabeza, mareos y otras enfermedades graves, como enfermedades pulmonares y cáncer, tras una exposición prolongada. La exposición a corto plazo también puede causar fatiga y náuseas, lo que conlleva un aumento de las bajas por enfermedad y una disminución de la productividad.
En una planta química de la India, los COV sin tratar provocaron la hospitalización de diez empleados. Tras la implementación de equipos de tratamiento de gases residuales de COV, las bajas por enfermedad se redujeron en un 70 %. Al garantizar la seguridad y la salud de sus trabajadores, estos se sienten más motivados para trabajar y permanecen más tiempo en la planta. Esto también le permite ahorrar dinero en la contratación y la formación de nuevos empleados.
Reducción del daño ambiental
Los COV no solo perjudican a los trabajadores, sino que también contaminan el aire y dañan el planeta. Al liberarse a la atmósfera, reaccionan químicamente con otros gases para formar smog, que es imposible respirar. Además, causan el calentamiento global, que afecta a toda la humanidad.
Convertirse en una fábrica ecológica no solo beneficia al medio ambiente, sino que también mejora su reputación. Los clientes y socios comerciales son más proclives a hacer negocios con fábricas con conciencia ambiental. Por ejemplo, tras la implementación del control de COV en una fábrica de juguetes, recibió más pedidos de empresas europeas con estrictas normas ambientales. El control de COV demuestra la responsabilidad de su fábrica y, a su vez, atrae más clientes.
Mayor eficiencia de producción
Algunos propietarios de fábricas creen que la reducción de COV es un desperdicio de dinero, pero puede resultar más económica a largo plazo. En primer lugar, la reducción de COV de alta calidad permite recuperar materiales valiosos. Las fábricas con sistemas de recuperación de COV proporcionan equipos para capturar COV, incluidos disolventes, que pueden reutilizarse en la producción, lo que reduce el coste de la compra de nuevos disolventes.
En segundo lugar, los equipos de reducción de COV pueden prolongar la vida útil de otras máquinas. Los COV sin tratar pueden corroer tuberías y maquinaria, lo que provoca averías frecuentes. Un taller de pintura descubrió que, tras instalar equipos de reducción, las reparaciones de sus pistolas y bombas de pulverización se redujeron en un 50 %. Esta reducción de reparaciones se traduce en menos tiempo de inactividad, menores costes de mantenimiento y operaciones de fábrica más eficientes.
Satisfacer las necesidades de los clientes y del mercado
El mercado actual exige calidad en los productos y respeto por el medio ambiente. Muchos clientes solo buscan fábricas que demuestren control de COV. Si su fábrica no cuenta con medidas de control de COV, podría perder pedidos importantes.
Por ejemplo, una fábrica textil fue rechazada para abastecer a una reconocida marca de moda por su falta de control de COV. Al instalar equipos de purificación de gases residuales de COV de Dry Air, la fábrica finalmente obtuvo el contrato. Esto también puede ayudarle a diferenciarse de otras fábricas y a aumentar su cartera de clientes.
Conclusión
El tratamiento de gases residuales de COV es crucial para todas las instalaciones generadoras de COV. Le ayuda a cumplir con las normativas, proteger a los empleados, reducir los riesgos ambientales, lograr ahorros de costos a largo plazo y mantener la competitividad. Ya sea que necesite un tratamiento básico de gases residuales de COV o equipos avanzados de un fabricante de sistemas de recuperación de COV, invertir en esta iniciativa es una decisión inteligente.
Dry air es un fabricante chino profesional de sistemas de recuperación de COV y proveedor de sistemas personalizados. Esperamos colaborar con usted.
Hora de publicación: 02-sep-2025

